sábado, 4 de agosto de 2012

 --- La Última doncella ---

He vendido mi virgo por Internet y me han dado 15.000 euros por él. Una vez desposeída de vergüenza y sin nada que perder he decidido experimentar todas las parafílias sexuales conocidas. Pero no han sido suficientes, mi cuerpo pide más. Quiere volver a nadar en ríos de flujo y continuar  chupando el semen a los cuerpos. Quiere que el culo pase del rojo al morado y que sobre los tatuajes luzca la piel quemada que provoca la cera hirviendo. No hay dolor si la excitación es suficiente, no existe la insatisfacción corporal cuando te ahoga el deseo. El dolor físico nunca es un problema, conozco más de mil maneras de hacer daño a mi ser. Es tan fina la línea que separa el dolor del placer, que me he convertido en una sádica sin saber ni cómo ni porqué. Poco a poco cojo el bisturí y voy seccionando partes de mis ojos, porque me he sumado a la filosofía del folla mucho, follar bien, pero no mires con quién, no veas lo que no quieres ver.

Tic, tac, tic, tac… te regalo un orgasmo más. Por favor, la próxima vez que te corras; ¡hazlo en mi boca! Aunque sabes que sólo me gusta si me lo haces por detrás, polvos clónicos, sin sentido, siempre igual. Disfrutar, no disfrutar, que más da si el morbo es tan sólo una ilusión mental. En esos casos sólo queda respirar, eyacular… y mañana más.
Súbete a lo alto de esa torre y predica a voz en grito lo bien que te la he comido, con un poco de suerte habrá más interesandxs esperando. Mi cuerpo se ha transformado en el templo de dioses paganos afeminados, de súcubos transtornados por el olor de los fluídos, y ahora me da igual el dónde, el cuándo y el porqué, sólo pienso en beber-te. Experimentar las capacidades del cuerpo, con la esperanza de reventar en el intento.
Sí, ya lo tengo claro ¡éste va a ser mi nuevo evangelio!



--- Último tango en Madrid ---

Esa mañana de lunes Ella se levantó con una sonrisa en la boca. A pesar de ser pronto, muy pronto, demasiado pronto para todo, desayunó y se vistió lentamente, se cambió varias veces de modelo hasta verse lo suficientemente sexy. Dio un beso en la mejilla a la persona que dormitaba al otro lado de la cama, cerró la puerta y se marchó. Mientras en otra parte de la ciudad Él se estaba duchando. Habían quedado como casi todos los días en aquel sótano sucio y olvidado. Como siempre Ella llegaba tarde, Él ya la estaba esperando apoyado en la pared negra frente a la puerta. Una vez Ella cruzó el marcó, lo que se venía gestando estalló. No hubo saludo, ni iniciación, solamente la tensión que se mascaba en sus miradas. Aún sin mediar palabra Él se acercó a Ella y le metió la mano por debajo del vestido hasta llegar al centro de sus piernas. Pasó ahí largo rato, buceando, estimulando, mientras su sexo crecía. El baile había comenzado, los cuerpos empezaron a llamarse mutuamente. Rápidamente le arrancó la ropa, no podía esperar ni un segundo más para hacerlo suyo. Así esos dos cuerpos esculturales quedaron al desnudo. Se manipularon contagiándose de esa pasión enfermiza. Ella cogió su falo entre las manos y arrodillándose se lo acercó al pecho. Comenzó a lamerlo, desterrando ya en ese momento su mirada tímida característica. Aparecieron las primeras gotas de sudor mezclándose con el olor de los fluidos, los de Ella se hacían cada vez más abundantes. Había llegado el momento, la levantó del suelo y la empotró contra la pared, ya no se veían las caras, solo sentían sus cuerpos firmes y erectos. Y así sin avisar, sin preocuparse de nada más, la penetró bien adentro, tanto que Ella casi pudo rozar el cielo. Los gemidos subían de intensidad, las espaldas se contraían y se destensaban.

-Un poquito más, un poquito más, se la oía susurrar, ahí, ahí, umm que rico, aquí está.
-Te gusta así, te lo hago bien, ¡oh sí!, ¡oh sí! decía él. Dios voy a correrme….
-¿Quedamos mañana a la misma hora en el mismo lugar?
-Me parece una idea genial, no se te ocurra faltar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario